Martha Rosler: cadáveres en el salón
Confrontar un artista contemporáneo con uno de la colección permanente es una tendencia en alza actualmente en el mundo museístico que permite dar una nueva visión sobre ambos artistas y buscar puntos en común y diferencias entre las obras enfrentadas. En esta ocasión, la artista contemporánea es Martha Rosler (Brooklyn, 1943) y el "clásico" es Josep Renau (Valencia, 1907 - Berlín, 1982), unidos bajo la visión crítica de los conflictos bélicos.
Martha Rosler es una artista internacional que ha expuesto su trabajo en el MOMA de Nueva York y que no conocía la obra de Renau - que califica como "maravillosa" - hasta que le propusieron realizar esta exposición. Y es que Josep Renau, a pesar de haber vivido y trabajado en España, México y Berlín Oriental, es un artista poco conocido más allá de nuestras fronteras. Ambos han desarrollado una obra con una profunda visión crítica contra la intervención de Estados Unidos en conflictos mundiales y ambos han elegido el fotomontaje como medio principal para expresar esta visión crítica.
La exposición arranca con las obras de Renau realizadas en los años 30 y en las que se pueden ver carteles que exhortan a la lucha contra el fascismo, bien estuviera encarnado en Franco o en el propio Hitler, quien protagoniza uno de los fotomontajes.
Por su parte, la segunda sala está dedicada al trabajo realizado por Rosler de 1967 a 1972 y en los que crítica duramente la implicación de su país en la guerra de Vietnam. Se trata de fotomontajes en los que se puede ver la comodidad de los hogares norteamericanos, que se ven pertubados con la irrupción de escenas de guerra que se cuelan en estas casas en forma de cadáveres de vietnamitas en el salón, soldados americanos en el jardín o trincheras detrás de las cortinas. Unas imágenes inquietantes que nos hacen reflexionar sobre la brutalidad de toda guerra. Estas obras de Rosler se confrontan a la conocida serie de "American way of life" de Renau en la que critica duramente el intervencionismo militar de Estados Unidos en el exterior. Para ambos, Estados Unidos es la bestia negra que invade, bombardea y masacra pueblos enteros.
Pero hay una diferencia sustancial entre el trabajo de Roesler y el de Renau. La primera muestra una postura autocrítica con la política exterior de su país y las guerras en la que se ha implicado, mientras que en la obra de Renau es imposible encontrar algún tipo de crítica hacia el comunismo (en el que militaba de forma muy activa) y la violencia ejercida tanto contra otros países como a nivel interno contra los disidentes.
La última sala acoge unas obras de Rosler realizadas en los años 2004 y 2008 en los que la autora vuelve al tema de la guerra pero, en esta ocasión, con motivo de los conflictos de Irak y Afganistán. Rosler utiliza el mismo medio de expresión que a finales de los sesenta pues ella siente que su país está cometiendo los mismos errores del pasado, por lo que utiliza los mismos métodos para denunciarlos. Y así es como aparecen de nuevo cadáveres (en este caso ataviados con vestimentas musulmanas) en los salones de las hogares americanos y modelos de alta costura en los campos de batalla. Un cambio de roles y de contexto similar a los utilizados para denunciar la guerra de Vietnam. Y es que, como dijo Hegel, "lo que nos enseña la experiencia y la historia es que ni los pueblos ni los gobernantes aprenden nada de ella".